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martes, 24 de enero de 2012

Wilhelm Kempff


Pianista y compositor nacido en Alemania, Jüterborg, el 25 de noviembre de 1895. Comenzó estudiar el piano a los 3 años de edad y fue muy influenciado por su padre, el cual era organista en una congregación religiosa de la iglesia reformada protestante. En cierta ocasión, tocando delante del pequeño Wilhelm una obra le Beethoven le preguntó: “¿sabes hijo quien ha compuesto esto?, a lo cual este último le contestó: "ha sido el buen Dios".
Los progresos de Wilhelm Kempff fueron de tal magnitud, que a los nueve años tocó delante de Georges Schumann, director de la Academia de Canto de Berlín. Este quedó asombrado por la enorme capacidad de improvisación que tenía el pequeño Wilhelm. De inmediato fue admitido en la Hohschule de esa ciudad convirtiéndose en alumno de Heinrich Barth, el cual lo había sido de Hans von Bülow y Carl Tausig. Incluso en sus comienzos, y como en cierto modo era la moda de la época, el joven Wilhelm se presentaba frente al público a los solos efectos de tocar improvisaciones, las cuales se hacían mediante temas propuestos por los asistentes a la salas de conciertos; indudablemente que se trataba de un verdadero prodigio. Todos aquellos que hemos escuchado en vivo a este gran pianista alemán, nos hemos sentido más bien en un “templo” que en una sala de conciertos. Kempff sabía transmitir un sentido muy profundo, hasta “religioso” a cada una de las obras que interpretaba.
Durante su ejecución, Kempff “desaparecía”, “no existía”. El nivel de lo que este pianista extraía de sus interpretaciones repercutía en que en ese momento solamente existían Beethoven, Brahms o Schubert. Para este artista, aparentemente no era tan importante él mismo como tampoco el público asistente a sus conciertos, sino más bien los compositores que interpretaba: ellos eran los sobresalientes. Sin embargo, y en forma paradójica, la calidad de las obras y el elevado sentido musical que proyectaba constituían probablemente el nexo más fuerte que un intérprete podía llegar a tener con el público. Mozart, Beethoven, Schumann y Brahms afinaban nuestra sensibilidad al escucharlo.
Kempff realizó magistrales conciertos interpretando a Beethoven, del cual grabó más de una vez las 32 sonatas y los 5 conciertos para piano y orquesta. Si bien la personalidad y el elevado dominio técnico de este pianista contribuyó a la excelencia de sus interpretaciones, a ello hay que agregarle también su sólida formación cultural y humanística, puesto que tuvo títulos universitarios en filosofía e historia de la música.
Kempff, al igual que Artur Schnabel, fue considerado un gran beethoveniano, pero su alumna Idil Biret manifestó en cierta ocasión con respecto de su maestro que “...Chopin era un compositor que Kempff adoraba”  y que en cierta ocasión llegó a escucharle interpretar la “Barcarola” de Faure en un nivel que era “superior”.  Fue además un excelente ejecutante en cuanto a música de cámara se refiere. Llegó acompañar a la famosa cantante alemana Lotte Lehmann, como también formar dúos y tríos con Kulenkampff,  Schneiderhan, Fournier, Szeryng, Rostropovich, Ferras y también Yehudi Menuhin, con el cual estuvo asociado en 1970 en ocasión del bicentenario del nacimiento de Beethoven. Con este insigne violinista grabó las 10 sonatas para violín y piano (anteriormente lo había hecho con Schneiderhan).
Wilhelm Kempff también se dedicó a la composición. Dejó varias sinfonías, un concierto para piano y orquesta y también otra para violín, un preludio orquestal en recuerdo de la Batalla de Arminus, con texto de Kleist, una cantata dramática “Destino de Alemania” etc.
En la actualidad existen grandes posibilidades de escuchar a Kempff debido a la gran cantidad de grabaciones que nos dejó. De todas maneras, en otros aspectos masivos de comunicación, como ser los vídeos, DVD y las publicaciones musicales – pianísticas, en forma inexplicable se habla muy poco de él, otorgándose mayor mención a otros pianistas que quizás no han estado a su nivel. El tiempo va tener que corregir esta injusticia.
 Falleció el 23 de Mayo de 1991 en Positano, Italia.
Sonata Claro de Luna de Beethoven, movimiento 1
Sonata Claro de Luna de Beethoven, movimiento 2
Sonata Claro de Luna de Beethoven, movimiento 3

1 comentario:

  1. Kempf es extraordinario y este blog que descubro recién hoy, me parece excelente. Felicidades !

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