Emil Gilels nació en la ciudad de Odessa el 19 de octubre de 1916. Comenzó a estudiar piano a los seis años de edad y fue primero alumno de Jakob Tkatch y luego de B.M. Reingbal en su ciudad natal. Luego pasa al Conservatorio de Moscú en donde se pone bajo la dirección del famoso Heinrich Neuhaus. Ello fue producto de su enorme talento, dado que a los 13 años ya daba conciertos en su ciudad de origen. En esa misma fecha Arthur Rubinstein es invitado a dar una serie de conciertos en Odessa y también tiene la oportunidad de escuchar al joven Emil. La impresión del célebre pianista polaco fue muy grande y realmente quedó impactado. Años más tarde, recordando jocosamente dicho episodio expresó lo siguiente: “¡Mi Dios, hubo un joven que tenía una masa de cabello pelirrojo y una tez llena de pecas…no puedo describir su forma de tocar, pero lo único que puedo decir es que si se presentara en América, hacía las maletas y me mandaba a mudar”.
Emil Gilels fue el primer pianista que se le permitió salir de la Unión Soviética para dar sus conciertos –aunque estuvo restringido de hacerlo durante la II Guerra Mundial−. En efecto, se hizo presente en Viena, Bruselas y París participando en sendos concursos internacionales y obteniendo importantes premios en cada uno de ellos. Fue un pianista altamente reconocido tanto por los asistentes a las salas de conciertos en donde se presentaba, como también por el régimen político de su época. Ello se justifica debido a que en 1946 recibió la condecoración “Stalin”; en 1962 se le otorgó el reconocimiento como “Artista del Pueblo” y dos años más tarde la máxima condecoración: el premio “Lenin”.
Durante el desarrollo de la II Guerra Mundial dio conciertos a los soldados soviéticos en pleno campo abierto. Fue contemporáneo de Richter, y en cierta forma a este último se le ha considerado como un pianista de mayor nivel. Sin embargo esto no es justo; Gilels fue un intérprete de primerísima categoría, sobrio, que hacía verdaderamente “cantar” al piano mediante un hondo contenido emocional. Además de todo esto tenía en sus manos recursos técnicos excepcionales. Si se le compara con Richter, este pianista ucraniano fue más adaptable a las orquestas con las cuales tuvo que actuar en carácter de solista. Llegó a ser una de los mejores amigos de Serguei Prokofiev.
En 1955 debuta con gran triunfo en los Estados Unidos, específicamente en el Carnegie Hall. Recordemos que en ese momento se estaba en la llamada “guerra fría”. Su éxito fue mayúsculo, con gran reconocimiento tanto del público como de la crítica especializada.
Este pianista soviético – el cual daba en esos momentos unos cien conciertos por año −, fue un intérprete extraordinario, con un repertorio sumamente grande: J. S. Bach, Handel, Rameau, Scarlatti, C.P.E. Bach, Clementi, Haydn, Mozart, Beethoven, Weber, Schubert, Schumann, Chopin, Liszt, Brahms, Mendelssohn, Grieg, Cesar Frank, Saint-Saens, Smetana, Alyabiev, Balakirev, Tchaikovsky, Rachmaninov, Skryabin, Metner, Glazunov, Prokofiev, Shostakovich, Debussy, Ravel, Faure, Poulenc, Stravinsky, Manuel de Falla, Albenis, Vainberg, Kabalevsky, Khachaturyan, Krein, Pantcho Vladigerov, Bartok y otros más.
También actuó en música de cámara, formando un trío verdaderamente formidable junto al violinista Leonid Kogan y Mitislav Rostropovich.
En el extranjero fue invitado a tocar en dos famosos conjuntos de cámara: el “Cuarteto Amadeus” y el “Cuarteto Académico Sibelius”. En los últimos años también dio conciertos y grabó a dos pianos junto a su hija Elena.
Emil Gilels falleció en Moscú el 14 de octubre de 1985 a los 68 años de edad.
Preludio en Si menor de Batch
Sonata nº 28 en La mayor de Beethoven
Sonata nº 8 en La mayor de Mozart
Sonata nº3 en Si menor de Chopin
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