Pianista y compositor cubano nacido en Mayari(Cuba) el 16 de marzo de 1944.
Comenzó a tocar el piano a los 4 años de edad al lado de su madre, Altagracia Tamayo, quien fuera su primera maestra, y la Directora de la Academia Musical "Orbón", donde cursó el nivel elemental.
Simultáneamente al conocimiento de Mozart, Beethoven, Chopin y otros grandes clásicos universales, Frank Fernández se nutrió de la riqueza artística de los clásicos cubanos como Sindo Garay, Pepe Sánchez, Manuel Corona, Miguel Matamoros y otros muchos, en las tertulias de la casa de Martín Meléndez, director de la Banda Municipal de Música. Esta comunicación con el arte musical, sin diferencias escolásticas de “culto y popular”, es la génesis del arte de Frank Fernández.
En 1959 se trasladó a la Habana, donde continuó la enseñanza de nivel medio en el conservatorio “Amadeo Roldán”, con la eminente profesora Margot Rojas, quien fuera a su vez alumna de Alexander Lambert, uno de los últimos discípulos de Frank Liszt. Este contacto con Margot le permitió recibir la influencia de la escuela pianística del siglo XIX, marcando la segunda experiencia más trascendente de su formación.
En 1966, obtuvo el Primer Premio del Primer Concurso de Piano de la UNEAC, por lo cual recibió una beca para perfeccionar sus conocimientos en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, donde finalizó su postgrado con Diploma de Oro, “Summa Cum Laude”, en la clase del gran pianista y pedagogo Víctor Merzhanov.
Al concluir sus estudios en Moscú, regresa a Cuba donde continúa su vida profesional como concertista, proyectándose también como compositor y orquestador, como pedagogo, productor discográfico, y gran promotor cultural (director de espectáculos y asesor artístico).
Como compositor presenta un catálogo de más de 200 obras: para corales, sinfónicas, conjuntos de cámara, solistas y ballet.
El Maestro Frank Fernández es el autor de más de 30 bandas sonoras para diferentes medios audiovisuales, entre las que se destacan: "La gran rebelión", "Cuando el agua regresa a la tierra", "Niños deudores", "Tierra brava", "Cuando pienso en el Ché", "Zapateo por derecho", "Canción sin palabras", "Como agua para chocolate" y la banda sonora del pabellón cubano para la Expo Sevilla 92, sólo por citar algunos ejemplos.
También fue el creador de 15 spots promocionales de pintores cubanos para la televisión que recibieron el premio “Caracol”, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en el año 1998.
Ha compuesto música para ballet, obras que han sido estrenadas en los Festivales Internacionales de Cuba, y algunas de ellas, como "Involución", han recibido premios en otros países.
Como orquestador ha desarrollado una intensa labor para diferentes eventos, solistas y agrupaciones, tanto nacionales como internacionales, contando con decenas de lauros, entre los que se destacan los cuatro grandes premios de orquestación en eventos como el "Adolfo Guzmán" y el "Benny More".
Su talento musical está implícito en más de un centenar de registros discográficos propios y de otros intérpretes cubanos e internacionales.
En su amplia discografía aparecen álbumes como “Danzas de Cervantes”, “Lecuona-Gershwin”, “La Gran Rebelión”, “Bach-Chopin”, “Beethoven-Schumann”, “Celina González con Frank Fernández y Adalberto Álvarez”, “Desde la música”, “Tierra Brava”, “Tchaikovsky-Gershwin”, “Schumann-Mozart-Liszt”, “Lecuona-Cervantes”, “Cubano y Universal”, “Hasta la Victoria Siempre”, “Todo Mozart”, “Amor y dolor”, y muchos otros.
También ha intervenido en otras grabaciones en las facetas de productor, intérprete y arreglista, como ejemplo de lo cual están los discos “Días y flores”, primer CD de Silvio Rodríguez; “A Bayamo en coche”, de Adalberto y la Orquesta Son 14; “Milagros”, con la cantante Anabell López, entre otros que conforman una amplia lista.
Tan meritorio trabajo en el campo de la discografía, le ha hecho merecedor de los más altos reconocimientos del evento Cubadisco, como el Gran Premio, el Premio a la Mejor Producción del Año, el Premio al Mejor Disco de Música Clásica en reiteradas ocasiones, así como el Premio de Honor.
Como pianista concertista ha recibido el reconocimiento internacional que lo ha llevado a giras de conciertos por más de 30 países de Europa, Asia y América Latina, y ha actuado como solista junto a más de 100 orquestas sinfónicas del mundo.
Algunos de los hechos artísticos relevantes de su carrera son:
En 1984 fue invitado para estrenar la Sala de Cámara del Schauspielhaus, en Berlín, abriendo el ciclo “Grandes Maestros del Piano”.
Fue escogido para interpretar el Concierto No. 1 de Tchaikovsky, en el Festival Primavera de Praga 1988, conmemorando el siglo del estreno de este famoso concierto, entre pianistas de talla mundial como Rudolf Serkin, Lazar Berman, Vladimir Azkenazy, Ivan Moravec y Liuba Timofeva, presentes en el evento.
En 1988 interpretó, por primera vez en Cuba, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, el ciclo de los 5 conciertos de Beethoven, en dos noches consecutivas.
Fue el primer pianista cubano invitado a actuar en la Gran Sala del Conservatorio Tchaikovsky de Moscú.
Fue el primer cubano que actuó con las Orquestas Filarmónicas de Varsovia, Cracovia, Bulgaria, Moscú, Rumanía, Osaka, Corea del Sur, VietNam, Bogotá y Sao Paulo.
Se presentó en el XVII Festival Internacional Cervantino de México, donde la crítica especializada lo señaló entre los cinco mejores pianistas del mundo.
En 1992, su presentación en Tokio fue seleccionada entre los 10 eventos musicales más importantes del año en Japón.
Ha protagonizado importantes conciertos, como la Gala por el 50 Aniversario de la "UNESCO" en París; la Gala del Global Panel, evento más importante de la economía mundial realizado en Holanda, y el concierto de clausura por el Centenario del Nacimiento de Ernesto Lecuona.
Ha inaugurado tres importantes salas de conciertos en Cuba: la sala "Dolores" en Santiago de Cuba, "La Basílica de San Francisco de Asís" y la sala de conciertos del "Memorial José Martí".
En 1999, el Instituto Superior de Arte le confirió el título de Doctor Honoris Causa en Arte, por su labor como profesor de varias generaciones de pianistas y por sus aportes a la pedagogía del piano.
Ha sido catalogado Artista Steinway, y ha recibido numerosos premios, distinciones y condecoraciones, entre ellos, la Orden Félix Varela de Primer Grado, la Distinción Por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier, la Medalla por la Educación, el Escudo de Bogotá, el Premio Praga de Oro y el Premio Rafael Alberti.
En el año 2005 obtuvo el Premio Nacional de Música por la enorme trascendencia de su obra y por toda una vida dedicada con pasión al arte.
"La comparsa" de Ernesto Lecuona
"Los muñequitos de mantanzas" de Frank Fernández
"Ave María" de Schubert
"El vuelo del moscardón" de Rimsky Korsakov
"Habanera" suite para 2 pianos de Frank Fernández