Nació en el seno de una familia que nunca pasó necesidades económicas ya que su padre era mayordomo de la Casa Blanca y su madre procedía de una familia negra acomodada. Recibió además de una excelente educación burguesa un porte de elegancia aristocrática que llevaría durante toda su vida, de ahí el apodo de "Duke" (Duque)" que le pusieron sus amigos. Su educación musical empezó con el piano de su madre y aunque recibe clases de dos profesores, todavía tardaría bastante tiempo en aprender a leer música. En 1919 abandona los estudios de diseño y decoración, decide casarse con con una amiga de la infancia y busca en la música su profesión.
Es en 1921 cuando Duke Ellington, forma su primer y grupo propio con músicos locales al que llamaría "The Duke's Serenaders" primero y luego los famosos "The Washingtonians" con Elmer Snowden, como responsable de la banda. En 1923, deciden dar el salto a New York y la experiencia no es muy positiva pero logran tocar durante algunas semanas en la banda de Wilbur Sweatman, que actuaba en el "Lafayette Theatre". Tras algunas idas y venidas de Washington a la Gran Manzana, consiguen un contrato en el club "Hollywood" donde una noche los escucha tocar Bix Beiderbecke quien observa con gran atención el sonido de la sordina "wa-wa" que producen el trompetista, Bubber Miley y el trombonista, Charlie Irvis. Ese particular sonido sería decisivo en la elaboración del discurso musical de Duke Ellington.
En 1924, con los conocimientos musicales muy perfeccionados, la WHN, una emisora de radio local transmite el show desde el Hollywood club que ahora ha cambiado de nombre y se llama "Kentucky Club". la banda comienza a ser conocida y empiezan a salirle contratos en otras ciudades cercanas a New York. Entre 1924 y 1926 se incorporan a la banda músicos decisivos en la orquesta de Ellington, entre ellos, temporalmente el clarinetista, Sidney Bechet y el saxo barítono, Harry Carney, el primer gran especialista de ese instrumento en la historia del jazz y que permanecerá con Ellington toda su vida. Esta es la orquesta que en 1927, con una sólida formación, bien rodada y con sonido propio, daría el gran salto a la fama cuando fueron contratados para tocar en el "Cotton Club" de Harlem, un local regentado por el gangster, Owney Madden, desde 1923 y que se había puesto de moda en New York hasta el punto que era frecuentado por publico exclusivamente blanco, gente de dinero y de la alta sociedad neoyorquina. Allí estuvo cuatro años y cuando salió en 1931, estaba recubierto de gloria.
Entre 1927 y 1945, después de crear para el jazz el "jungle style" Duke Ellington y su orquesta alcanzan en este periodo la cumbre de su madurez artística y creativa. La orquesta de Duke Ellington en los años cuarenta era sin duda la que poseía los mejores solistas y los instrumentistas mas virtuosos de la época y la revista Down Beat le situó en varias ocasiones por refrendo popular por encima incluso de la de Benny Goodman. Tras el declive de las bigbands, Ellington, fue el único líder de orquesta que nunca disolvió la suya. A falta de contratos pagaba a sus músicos con los dineros ingresados por sus derechos de autor y utilizaba su orquesta para componer con ella y oír su música. Pero algunos de sus solistas se marcharon entre finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta para iniciar sus carreras en solitario. A la marcha de Ben Webster, Barney Bigard, Tizol y otros, se unió una definitiva en 1951, la de su amigo, Johnny Hodges. La prensa que antes no le escatimaba elogios, anunciaba casi a diario la desaparición de la orquesta.
En 1955 vuelve a la banda Johnny Hodges y Ellington respira aliviado y entran en nomina una serie de músicos que darían todavía mucho juego al sonido Ellington. Entre las incorporaciones mas sonadas, están los saxofonistas, Paul Gonsalves y Jimmy Hamilton, el clarinetista, Russell Procope, el trombonista, Quenti Jackson, y los trompetistas, Cat Anderson y Clark Terry. Con estos músicos y cierto escepticismo, Ellington es invitado a actuar en el Festival de Jazz de Newport de 1956. Lo que pasó aquella noche está escrito en los anales del jazz. Duke Ellington, sacó de su chistera creativa dos temas compuestos en 1937, "Diminuendo in Blue" y "Crescendo in blue" y decidió encima del escenario servirlos unidos, separándolos simplemente con un interludio a cargo de Gonsalves. Y ahí se produjo el milagro. Los arrolladores veintisiete "chorus" seguidos de jazz puro y duro que improvisó el saxofonista, empujado por una rítmica ejemplar le dieron la vuelta al historia. Las sillas volaban por encima de las cabezas de los atónitos y rugientes espectadores y a la mañana siguiente toda la prensa anunciaba en grandes titulares "Ellington ha vuelto.
A partir de ahí comenzaron las giras, los conciertos por todo el mundo, los discos grabados y en los últimos diez años de su vida se dedico a componer suites y conciertos sacros y su vida se apagó cuando el 24 de mayo de 1974 un cáncer terminó con su vida. Ellington ocupa para siempre, el trono de los mas grandes creadores del jazz junto a Louis Armstrong y Charlie Parker, y es sin duda alguna uno de los mas grandes compositores del Siglo XX cualquiera que sea la música que se considere y su legado es una herencia cultural que permanecerá siempre entre nosotros.
Take the "A" train de Duke Ellington
El duque es de mis artistas de jazz predilectos... Gracias Eloy por ilustrar mi conocimiento sobre estos grandes de la música
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